Afuera llovía. Que digo llovía, diluviaba. Acorralados entre cuatro paredes, vos y yo nos miramos por un rato y las gotas que caían era toda la música que se escuchaba. Más relámpagos, de esos que asustan, y de repente estabas un poco mas cerca. Y las gotas que caían se confundieron con tu sudor. Vi tus ojos que reían y llore de la risa yo también. Te hiciste agua y yo cántaro para recibirte dentro. Enmudecieron las gotas a nuestro alrededor, ahora éramos nosotros los que nos hacíamos río. Un río pálido sereno, frágil, del momento, pero río al fin. Premonición de los océanos que juntos íbamos a conformar. Ceso la música por nosotros creada, y reaparecieron las gotas. Nosotros nos reíamos, afuera seguía diluviando.
Muy bello... como me gusta cuando se explota al máximo un concepto resemantizandolo, como jugas aca con el AGUA y allegados...y ese momento de abstraccion del mundo, de comunicacion directa (in mute) me gusto mucho...