Las palabras
mueren en mi boca
aniquiladas por tu presencia.
Las conversaciones estratégicamente pensadas
mueren en mi boca
aniquiladas por tus repuestas.
Y las mías
mueren en mi boca
aniquiladas por tus preguntas.
Mi perspicacia y mis ironías
mueren en mi boca
aniquiladas por tu mirada.
Y todas mis reacciones
mueren en mi boca
aniquiladas por tu cercanía.
Pero sobretodo...
sobretodo yo
inocente, ilusa y expectante
muero en tu boca
aniquilada por tu contacto.
Sería lindo, que alguna vez
para variar
vos estuvieras
inocente, iluso y expectante
muriendo
aniquilado
en mi boca.