Mi mente está allí. Allí donde nos conocimos.
Me veo. ¿Qué hago yo aquí?
Y el cielo se puso de todos aquellos colores que tanto nos gustaban.
Y pienso...
Cada vez que me paro a ver el paisaje de la vida te imagino.
Te imagino sentado a mi lado. Siento que pasas tu brazo por encima de mis hombros... y me dices, tranquila todo va a salir bien. Así como tantas veces lo hiciste.
Un escalofrío recorre todo mi cuerpo. Lloro y sonrió. Y comprendo que aunque estes tan lejos tú aún sigues abrazándome. Aún sigues escuchándome. Aún sientes el amor que te tengo.
Y de repente, me preguntas ¿por qué lloras?
Y yo miro al infinito y imagino el verde de tus ojos...
Y te contesto desde el alma. Por ti mi amor, porque te perdí.
Un texto introspectivo, en el que el amor sirve de bálsamo al mismo tiempo que excita los sentimientos.
Me ha gustado.
Un salud.