Estás aquí,
en los libros que leo,
en las poesías que escribo,
en la música que escucho.
Vives bajo mi piel,
entre mis venas y órganos,
dentro de mí,
de mi mente,
viajando por mis ideas y mis recuerdos,
mezclándote entre ellos
como si hubieras estado conmigo
toda mi vida.
No he sentido uno solo de tus abrazos
ni he conocido a qué suena,
a qué sabe
un beso tuyo,
una sonrisa nuestra;
pero en mi cabeza nos he hecho cientos de fotografías
futuras,
felices.
Habitas en mi sonrisa,
justo en los dientes,
en la lengua al hablar.
Eres parte de mis pulmones cuando respiro,
de mi corazón cuando late,
de mis alas al volar.
Todo lo que veo me hace pensar en ti,
a veces incluso te huelo,
te toco,
te siento a mi lado.
Antes de dormir,
en la cama,
cierro los ojos y mi mano te busca,
te recorre,
te palpa
como si estuvieras realmente junto a mí.
Lo sé,
llámame loca.
Estoy loca por ti.
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