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No Perdemos Nada por Intentar, ¿no?... Perdí mi Oportunidad.

Aún no me lo creo. Es surrealista. Permanezco de pie, erguida, frente a él.
No bajo la mirada. Ya no siento inferioridad, temor, vergüenza… y eso es una mala señal.
Han vuelto de Roma, sí, ¿y? ¿Quiere que le haga una fiesta?
Intenté solucionarlo tantas veces… y ahora quiere arreglarlo. Lástima. Hay una sutil diferencia. La que no quiere arreglarlo ahora soy yo.
Extiendo mi pie derecho hacia adelante dejando que todo el peso de mi cuerpo descienda en la misma dirección.
-Hola-saludo, mostrando la mejor de mis sonrisas. Porque sí, Miguel, sí. Se dio la casualidad de que puedo vivir perfectamente sin ti. ¿Quién lo iba a decir, eh, cariño?
-Hola-responde él.
Lo miro de arriba abajo. Parece que le ha tocado un poco el sol, aunque no mucho; sigue siendo demasiado pálido. Sus ojos azules conservan su intensidad… qué pena que ya no tengan efecto alguno sobre mí.
Paso mi lengua por mi labio superior, mirando hacia el techo desnudo del pasillo.
-¿Y bien? ¿Qué tal el viaje?-pregunto, tranquila y educada. Bueno, vale. Totalmente borde.
Él me escruta con sus ojos, buscando quizá el tono rosado que antaño afloraba en mis mejillas al verlo. ¡Ja! Por favor, que iluso.
Sonrío.
Cruzo los brazos. ¡Por Dios! ¡Qué lento es cuando quiere!
Vacila mirando a lado y lado, a las paredes, buscando quizá una manera de relajar tensiones. No te asustes, amor, que ya no hay tensiones que relajar.
Cambio el peso del cuerpo de una pierna a la otra.
Vuelve a clavar en mí su mirada.
De pronto, un flash.
Yo, una semana antes del estúpido viaje escolar a Roma. Delante del ordenador, después de haberme pasado muchísimas horas llorando, le escribí un largo mensaje al Facebook (después de varios intentos fallidos cara a cara) rogándole que volviera a hablarme, que lo quería y que lo echaba de menos… ¿Qué recibí de su parte? Nada.
Regreso a la realidad.
-Bien. La verdad ha estado genial. Nos lo hemos pasado de maravilla. Sí que es verdad que hubo algún momento de mal tiempo, pero vaya, que eso no hizo que el viaje se echara a perder-explica, aparentemente animado. Que facha.
Asiento y le sonrío otra vez.
-Me alegro mucho-y paso de largo a su lado.
Entonces, noto una presión que me impide avanzar. Doy media vuelta. Miguel.
-Tenemos que hablar…-murmura, con una expresión que da a entender que esperaba esa frase de mi boca desde hace un buen rato.
Me hago la tonta.
-¿Tú y yo? Que sepas que me declaro inocente hasta que se demuestre lo contrario...-bromeo.
Me mira, incrédulo.
Me carcajeo. La escena resulta ser bastante cómica.
Me zafo de su gancho y lo miro.
-Ok, ok, ¿de qué quieres hablar?
Bufa y aparta la mirada. Lo estoy poniendo nervioso. Me encanta. Me aguanto las ganas de reír.
Otro flash.
Él esperándome en la parada del bus, tal y como le había solicitado previamente vía sms. Cuatro meses antes a la actualidad. El principio de todo el problema. Llevábamos ya más de dos semanas sin hablarnos. Yo queriendo aclararlo; él negándolo todo.
La conversación de aquella noche.
"Sentía que estabas mejor sin mí, te veía más feliz, más llena de vida… yo sobraba."
El dolor. El sentimiento de culpa que me invadió en aquel momento.
"¿Eso soy yo para ti? ¿Una amiga lejana?"
"No. Eres mucho más que eso…"
Mejor lo dejo ya. Este recuerdo ha dolido. Y mucho.
-¿Qué te pasa, Sonia? Eras tú la que querías que habláramos ¿no?-protesta él.
Trago saliva.
-Siempre que he intentado hablar las cosas contigo me has ignorado… a mí y a lo que pasaba. Y ahora he descubierto que hay vida tras de ti… Que no tengo que ir detrás de Miguel todo el rato, ¿sabes? Que sólo he de dejar entrar en mi vida al que me demuestre que me necesita en la suya… y no es tu caso.
No. Otro flash no por favor.
Esta vez somos los dos. Paseando aquella hora de descanso, ambos abrazados. Yo escuchándolo hablar, sus preocupaciones, sus agujeros negros… yo aconsejándole, como siempre había hecho. Yo sentada con él en el mismo pasillo en el que estamos ahora, sentados a milímetros, su cabeza en mi hombro…
Cierro los ojos. Tengo que dejar de pensar. Los recuerdos son cada vez peores.
Se acerca a mí. Doy un paso titubeante hacia atrás.
-Hablemos-ofrece.
Sonia, Sonia, Sonia, recupérate, coño. ¿Dónde está la Sonia inmune a sus ojos, a su aliento, a los recuerdos? Necesito traerla de vuelta, joder, tengo que alejarme de él.
Me meto en clase y me siento en mi mesa. Juana viene enseguida.
-¿Estás bien?-pregunta, temerosa. Me siento patética.
Mil veces digo, juro y prometo que no siento nada por él, pero luego mi actitud da a entender otras cosas… Ya me toman como a una niña. Resoplo. Me llevo las manos a la frente.
Miguel entra y juguetea con Marcia y Ana al entrar en clase. Miro hacia la ventana.
Cierro los ojos. Esta vez soy yo la que busca un recuerdo. Uno que no duela.
"Ahora eres mi pre-novia."
Sus manos con las mías. Su sonrisa. Su boca a centímetros de la mía; jugando con mis sentimientos. Sus ojos relucientes, bonitos, azules… perfectos.
-Mierda, mierda, mierda… dije uno que no doliera-susurro entre dientes. Juana me observa.
Se agacha para estar a mi altura y apoya su delicado mentón sobre la mesa dibujada de vete tú a saber de qué año. Me mira fijamente.
-Sonia… ¿Qué te pasa?-ruega con voz tierna.
-Nada, nada… No me pasa nada-e intento reír para insuflarle valor sobre mis palabras.
Me acaricia el pelo. Miguel toma asiento en el pupitre en diagonal al mío y da un rápido vistazo en mi dirección. Por unos segundos su mirada se encuentra con la mía.
La aparto.
Otro recuerdo.
Maldito día.
Veintinueve de enero. El día en el que lo eché todo a perder.
"Me gustaría intentarlo contigo…"
"Ismael, apenas nos conocemos... No sé…"
"Venga. Me has apoyado en todo, me has hecho reír, eres súper buena, amable, comprensiva y me gustas. No perdemos nada por intentar, ¿no? Si va mal, pues amigos…"
Aquel relámpago en mi mente. Miguel. La certeza de que no iba a ser jamás mío.
"Ok, por intentar no pierdo nada…"
Claro que perdí. Perdí mi oportunidad.
Foryou139621 de mayo de 2012

4 Comentarios

  • Davidlg

    uuufffff! dime que en serio pasó todo esto! ay mira no sabía que te llamabas Sonia (bonito nombre). No me digas que ya te creiste lo de: "me alejo para que estes mejor sin mí" jajaja ni en mis peores tiempos dije algo como eso...

    Bueno, a que conclusión llegaste de esta primera parte?

    Un beso y saludos!

    22/05/12 06:05

  • Foryou1396

    No, no me llamo Sonia xD jajajajaja cambié los nombres de todas las personas, incluido el mío propio jajajaja
    Bueno, si lo conocieras, lo creerías e.e
    Pasó hará dos meses o así x.x
    Y...¿la conclusión?
    Sencillo:
    No quieras en tu vida a quien no te necesite en la suya ;)
    Saludos!

    22/05/12 08:05

  • Davidlg

    =) muy buena conclusión!

    22/05/12 03:05

  • Foryou1396

    Gracias! =)
    Cuídate :D

    22/05/12 04:05

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