No puedo continuar.
El corazón se me está rompiendo
literalmente
y no soporto las palpitaciones
que me gritan que pare,
que no siga más.
No puedo perder otro par de años
enseñándote a quererme
porque siempre cae en oídos sordos,
en manos rotas,
en sacos vacíos
que nunca terminan por llenar.
No puedo continuar.
Me estoy convirtiendo en alguien
que grita y pelea de vuelta,
que desconfía
y llora cada día.
Se me está olvidando lo que era la paz.
Esta casa roza el término trinchera.
No puedo continuar
y seguir siendo la mala de las historias que cuentas
para justificarte
y no mirar a la cara
a la persona que eres en realidad.
Siento que te temas
más de lo que te temo.
Has destruido,
ladrillo a ladrillo,
la imagen de quien pensé que eras.
No puedo continuar
porque he llegado al punto
en el que hasta levantarme por las mañanas
me cuesta.
La vida contigo
se está poniendo cruenta
y no me quedan fuerzas para guerrear.
El amor no puede ser esto,
tiene que estar esperándonos algo
más allá.
No puedo continuar.
Me desgastaron estos dos últimos años
de esperar
a que llegara ese momento idóneo
en el que decías que ibas a poder cambiar,
para llegar al puerto soñado
y comprobar
que no importaba el dónde y el cuándo,
nunca iba a pasar.
No puedo continuar
y esperarte a las dos de la mañana
sin que cojas el teléfono
porque estás ocupado
siendo el caballero perfecto
para otra que no ve tu otra mitad.
No tengo energía
para escucharte hablar de ella
incluso cuando tengo detalles contigo.
No puedo verte planear viajes con otras
mientras me quedo sola en casa
y me conformo
con que friegues platos conmigo.
No puedo continuar.
Porque continuar
significa seguir dándote oportunidades
para hacer más profunda la herida
y más difícil la cicatrización.
Continuar
es ponerme en situación
de seguir siendo olvidada,
magullada
y frágil
por ti.
Y no considero que sea justo.
Porque mi cuerpo registra las consecuencias
pero tú estás tranquilo,
sin ni un solo rasguño,
y cuando intento hablarlo contigo
te da por decir
que pasas
y que se ha terminado la conversación.
Pisoteas todos mis límites
y no permites que te haga lo mismo.
No puedo continuar.
Menos ahora
que los insultos
comenzaron a saludarme
de tu boca.
Menos ahora
que ya ni finges que te importa.
Nunca serás quien dices ser
cuando intentas ser amigo de otras.
No sabes cuidar,
ni querer
ni ser un compañero.
Siempre te vas a creer superior a los demás.
Más listo,
más bueno,
más preparado.
Ojalá pusieras ese empeño
en ser también mejor persona.
Me da miedo y pena
pensar que tal vez
llegarás a conseguir todo lo que sueñas
y tendrás que verlo
solo
en una casa enorme
sin nadie que lo comparta y te entienda.
Tal vez
para ese entonces
se habrán derrumbado
todos los puentes y lazos
que te unían
a la gente que todavía te quiere
pero que no supiste,
pudiste
o quisiste mantener.
No puedo continuar.
No tengo esperanza en el futuro.
Mucho me temo que esto solo puede empeorar.
Soy débil
y estúpida
porque a pesar de todo te quiero.
Y es cierto
cuando dicen que alguien que quiere irse
sencillamente
se va.
Sin insistir,
casi sin despedirse.
Reconozco
que por eso sigo intentando derrumbar tu puerta.
Porque una parte de mí quiere quedarse
pero tú no vas a saberla cuidar
para que lo haga
sin destrozarme.
No puedo continuar.
Desearía poder volver a mirarte
sin dolor
ni pena
ni arrepentimiento.
Desearía poder volver a mirarte
y ver la otra mitad.
De mi blog: https://myowncarpediem.blogspot.com