Hace poco más de medio año que nos conocemos
y has sido capaz de colarte entre mis muros,
subir puestos en mi círculo
y quedarte a vivir bajo mi piel.
Sé que tengo muchos defectos:
grito mucho,
me río por todo y muy alto,
desconfío,
tengo miedo
y,
ante eso,
siempre echo a correr.
Hemos pasado por muchísimo en solamente unos meses
pero te quiero cerca,
muy cerca,
viendo cómo crezco,
superándome a mí misma.
Me quiero cerca de ti,
de tus alocadas ideas visionarias,
de tus ansias de mejorar tu vida,
de cumplir tus sueños.
Ya no sientes lo mismo,
diría que hasta esas pequeñas cosas
que antes parecían hacerte gracia de mí
comienzan a hartarte,
pero quédate.
Haremos que funcione
como hemos hecho hasta el día de hoy.
Quiéreme,
saldremos de esta
y le daremos en las narices
a todas esas personas que no nos quieren ver
felices,
de la mano,
haciendo oídos sordos
a todo aquello que tienen que decir.
Mientras nos queramos querer,
mientras queramos vernos juntos
y respetemos los valores de la honestidad,
la comunicación bidireccional
y la fidelidad,
prometo amar tu libertad
y disfrutar la mía
sin cortarnos las alas y las alegrías
a lo largo del proceso.
Volveremos a ser la unión más sana,
más sincera
y,
con esfuerzo,
valentía,
amor
y ganas mutuas,
amaremos lo que nos une,
pasaremos de lo que nos separa.
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