Siete Vidas
Me gustaría ser un gato. Y llamarme Napoleón. Tener siete largas vidas; pasarlas todas a tu lado.
La primera sería nerviosa, tímida; en el proceso liviano del juego "quién es quién". Sabría cómo eres por fuera desde mis cuatro patitas bajas, mirándote cada día sin poder decirte nada.
La segunda sería algo mejor; pues además de verte te escucharía. Entrarías dando un portazo a tu habitación, expulsándome con un grito de la cama y dirigiendo palabras altas a tu madre. Yo, pequeño gato invisible, lo observaría todo desde la distancia, almacenando todo lo que te hace actuar así.
La tercera serviría para leerte; leer tus ojos cuando ríes o lloras, apuntar todo lo que te gusta o te desagrada. Conocer tus gustos y tus miedos. E intentar adaptarme a ellos desde mi humilde posición.
La cuarta me tumbaría sobre tu pecho mientras duermes, respirando tu colonia de siempre, meciéndome en el rún-rún de tu respiración...
¡La quinta, oh, la quinta! En la quinta me adentraría en tu mente y sabría todo de ti. Me aprendería tus sueños, miedos, metas e ilusiones; me leería tus libros preferidos, me aprendería tus canciones favoritas... Y por fin me acercaría a ti.
Lo glorioso vendría con la sexta; por fin contigo, por fin tu alma gemela. Por fin el gato significaría algo en tu vida. No llovería, siempre haría sol y valdría la pena haber nacido.
Mas todas esas vidas sólo me llevarían a la séptima, cuando perdería todo lo que he vivido y te vería alejarte por la puerta de atrás...
En el momento de morir, yo, el triste gatito Napoleón, me miraría expirar en el reflejo de tu teléfono, y recordaría todo de ti; desde tus besos en la nuca hasta tu sonrisa antes de dormir... Lo recordaría todo y sabría que todos y cada uno de los segundos vividos en las 7 existencias a tu lado me habrían hecho feliz.
Por suerte o por desgracia, yo no soy el gato Napoleón de esta hipótesis, sino que soy una simple persona más. He pasado por todas esas etapas y ahora me encuentro en la sexta. Disfruto cada momento contigo, y no hay día en el que no dé las gracias por el hecho de haber resultado ser la elegida para estar junto a ti. No tengo siete vidas, pero no me importa. Una contigo es todo lo que pido.
