Así como cafiolos de arte y antaño,
que se cagan a tiros en las trasnochadas.
En el holding de los rufianes, llevas el As en la manga
Se empaña el cristal de milonga (sin aliento)
y la sonrisa tiesa brilla abarrotada.
Mordés el mármol y respirás un insomnio áspero
Del frío ruso, Siberia blanca y artificial.
De las noches blancas
y sin ensueños.
El billete pierde el valor por un instante,
se demoniza el aspecto del viejo prócer
Entra en vigilia auspiciosa, fogonazos de lucidez
Del frío ruso, Siberia blanca y artificial.
De las noches blancas
y la vigilia.