Creo que podría enamorarme.
Podría volverme loco enredado en tu pelo, perderme en tu boca y quedar preso de tus ojos. Creo en la sinceridad de tu lengua ebria, y en la velocidad de mis latidos cuando esta recita. Por poder, podría dedicarte 1001 versos y que ninguno te hiciera justicia. Por poder, podría quedarme a vivir en tu pecho, y quedarme en tu habitación hasta que tuviese celos de mi presencia, y más. Le daríamos la vuelta a los peluches para que no fueran testigos de nada de lo que hacen los animales de verdad cuando se les deja solos y salvajes. Creo que podría escucharte bajito y sentirte a voces. Recordarte en primavera y sentirte en invierno. De tenerte a dos palmos, y sentirte a millones de ellos. Nada es fácil, pero todo es mejor si es contigo. Eso sí que lo creo. Porque como dicta el credo: Creo en ti, creo en mí, creo en nosotros. Sí, definitivamente.
Creo que me he enamorado.
Está claro que hablas del enamoramiento, y me gustan los contrastes que empleas para hablar de ello. Como por ejemplo, éste:
"Creo que podría escucharte bajito y sentirte a voces"
Bien logrado, Gálvez