TusTextos

Efecto Mariposa

El aleteo de las alas de una mariposa puede provocar un huracán en la otra punta del mundo.

De pequeño no lo entendía, absorbía la frase de manera literal y no me paraba a pensarla. ¡Imposible que una cosa tan pequeñita pueda provocar tanto! Me dije. Jamás estuve más equivocado, salvo casi todos los días. Aunque aún no sé si cuando me pregunté eso me refería a ti.

Ahora, han pasado algunos años y lo entiendo, o al menos hago el intento. No creo en el destino. Por ahí no paso. El destino es la excusa de los cobardes, pero la teoría del hilo rojo siempre fue más bonita y romántica, y apetecía creerla. Nada pasa porque tenga que pasar. Todo lo ocurrido lo provocamos nosotros, y por suerte y desgracia, otros. Una vez leí que la vida es como una barca; un remo lo mueve tu mano y otro remo lo mueve el azar. Cada momento cuenta, y este es un universo entero si tenemos en cuenta todas las posibilidades que pueden darse en un suspiro. Cada detalle, cada pensamiento o risa, cada lunar y cada peca. Que a la vuelta de cada esquina, cada 3 segundos el mundo cambia. Que después de apartar una mirada, se dejan atrás los ojos que te la devolvían. Que cualquier acción por pequeña que sea puede condicionarlo todo. Esa última noche del año, o primera del siguiente, así me lo demostró. Pasó todo tan rápido que a la luz no le dio tiempo a iluminarlo todo, y nos dejó a oscuras. Estando cara a cara pero sin vernos. Todo cambió, y nosotros cambiamos completamente. Un simple toque hizo que me diese la vuelta, pero la que de verdad dio la vuelta fue mi vida, y por consiguiente también la tuya. Un mísero toque a la altura del hombro. Que pequeños somos. Que frágiles somos al tacto.

Cierto es que por ti escribí mis primeras letras, incluyendo porteros de discoteca. Me gustaría leer aquellas líneas de nuevo y echarme unas risas, aunque recuerdo que a ti y a tu amiga os hicieron llorar, me dijisteis. Puede que de la risa también. Los 7 palmos que te erguían desde el suelo pasaron a ser una palmadita en la espalda y un que te vaya bien. Así que eso. Espero que te vaya bien allí donde estés y allí hagas lo que hagas mientras sea lo que quieres y te haga feliz. Allí donde te sientas cómoda y con un poco de miedo a la vez, porque eso indicará que estás en el sitio indicado. Allí. A unos cuantos metros y a mucho tiempo de distancia.
Galvez12 de mayo de 2018

Más de Galvez

Chat