Noches de insomnio que nos atormenta. En esas noches de las que en tu mente todas las realidades son posibles. Enjaulan a nuestros deseos y nos reprimen, haciendo a la angustia campar a sus anchas. Noches en las que la almohada no ayuda, como de costumbre, y la cama es la que da vueltas sobre ti. En las que la ventana parece más pequeña, y aunque la luz del sol que intenta entrar es más intensa, no lo consigue.
El silencio es el que más fuerte grita.
Irónicamente cuando cerramos los ojos fuertemente, es cuando más claro lo vemos todo.
¡Me alegro! Un saludo