Detrás de tu imagen ante el espejo te señalan. Formamos parte de un juego de geometrías de dependencia. Te odias mientras otros proclaman tu obligación de amar a cambio de un odio moderado. Es anacrónico jugar a la profecía del elegido, porque sobran cadáveres exquisitos sobre cualquier pasarela de elegantes huesos. ¡Qué virtuoso el santo! Huele a lo que huelen los santos a tierra que se consume entre los sollozos de una paranoia y la sopa boba del delirante visionario de un ángel en el refectorio. Un ciego tocaba el arpa y mientras tanto, el coro cantaba místicas evocaciones de sopa boba. Es inevitable, doctor que siga rumiando mi necesidad de encontrar en la mística un poco de alivio a mi impotencia, pero se deja muy pronto de ser vírgen para pasar a ser mártir. ¡Ha! Esa coyuntural pregunta. Me sentí desvastador al comerme el pezón de una indonesia. ¿Cree en mi vanidad? ¡Bien...dejémoslo en un leve roce con a lengua, pero no borre lo de indonesia, me costó una pasta! Recuerdo que mi tía Lufgarda tenía una perrita pequeñísima, a la que todos llamábamos Idolatrada. Imagino que los perros creen más en dios que los leones o los inmensos paquidermos...quizá, porque los perros son dóciles a la mano y versátiles en sus movimientos pulsionales.
¡No, lamentablemente jamás me atreví a ponerme calcetines de colores! Es como una demostración de duplicidad, o una asimetría. Desconozco la razón de la inmensa estupidez de los políticos, pudiera deberse a su necesidad de transformarse en marsopas o focas o delfines o en pterodáctilos. ¡Acepto que los delfines son más inteligentes, pero el canivalismo japonés acabará con ellos antes que las sardinas reinen sobre la Casa Rosada! ¡Borre mi última opinión, o indique que estaba en un estado paranoico subyacente cercano a la sublimación del pedo antes de su eclosión!
Grekosay:
Amigo que alegría me da verte por aquí.
"Es inevitable, doctor que siga rumiando mi necesidad de encontrar en la mística un poco de alivio a mi impotencia".
En el diván has expuesto todo tu sentir. Me has robado una sonrisa.
Un gusto leerte.
Serge.