Aroint
Me resulta tristemente cómico este falso sentimiento de creernos seres evolucionados, cual utópica balsa de aceite. En mi opinión, y más de uno me tomará por lunático, no hemos evolucionado casi nada en los últimos milenios. Evidentemente me refiero a un crecimiento interior real, a alcanzar una madurez emocional. Sólo hemos evolucionado en cuestiones científicas y técnicas.
Nos regimos por los mismos valores de siempre, maquillados como algo nuevo. Un ejemplo claro es la cultura del miedo sobre la que orbita tu sabia reflexión. Podría remontarme a la época medieval, cuando el yugo de la religión asolaba gran parte de Europa basada totalmente en la sumisión y el miedo a acabar en el infierno. Hoy en día hay otros infiernos, por ejemplo la carencia de dinero. Otro ejemplo claro de nuestra falsa evolución, sería la cultura del pan-i-circo. Este término acuñado en la época de los romanos, sigue vigente en nuestros días; en esos tiempos la gente desfogaba su frustración en el circo romano y hoy en día hay gente que desahoga su rabia en el fútbol, incluso llegando a la violencia física.
A veces, leyendo textos de la vida cotidiana de tiempos pasados, uno los siente extrañamente cercanos, pues los miedos, maquinaciones, envidias y preocupaciones de tales épocas se hacen realmente cercanos. Uno los lee y se sorprende al ver que esos hombres que creia que serían más atrasados en algunas cuestiones, podrían ser nuestros vecinos. Y eso quiere decir que algo anda muy mal, si en 2000 años de cultura seguimos pecando de la misma inmadurez sentimental y social.
A veces pienso que gran parte del progreso del cual tanto alardeamos, no es más que el haber logrado ser simios que saben manejar el teléfono movil jeje
Saludos, siempre un gusto leer tus palabras.
24/11/11 01:11