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Cuentos Existenciales 03 de agosto de 2010
por grekosay
Nació para llegar a una sola noche. Tenía nombre, y había cumplido años y amaba y desamaba, al igual que el resto de los humanos. Su vida figuraba en los documentos oficiales y en los largos listados de quienes esperan dar un paso hacia un futuro más adelante.
Habitaba en ese anonimato que, junto se rompía en sus amigos del barrio, en las llamadas por el móvil. Quizá siempre estuvo dispuesto a esperar para recibir un autógrafo, cromprar cedés de sus cantantes favoritos y sonreir hablando de esas cosas de chicos.
No creció con biografía, ni supo qué hacer con el traje de la primera comunión...Le impusieron horas de llegada, y en ese círculo de seres anónimos, discurrió sin más ni menos.
Pero en la Noche de San Juan, como en un rito propiciatorio a la noche y al fuego...se dispuso al desafío.
La razón no asegura ninguna tranquilidad, cuando la magia de la vida alcanza el punto de ponerse a prueba.
Atravesó la autopista. Se quedó en un punto. Fue el recorrido en sí y el grito ahogado de quienes le contemplaban. Minotauro estaba allí, disfrazado de velocidad y carrocería. Él dejó de ser anónimo y por unas horas, sirvió como ejemplo en muchas conversaciones. De su libertad, nadie habla: de su insensatez...todos se asustan.
Ya no es sino uno más de los seres que viven tantas cosas, que necesitan tantas veces...que, jamás dejará de ocupar una hora y una noche en el anonimato de una autopista.

4 Comentarios

Grekosay:
"No creció con biografía, ni supo qué hacer con el traje de la primera comunión...Le impusieron horas de llegada, y en ese círculo de seres anónimos, discurrió sin más ni menos".

Amigo que bien me hace leerte otra vez, bajo este cielo gris tus letras son como un sol que lo alumbra todo.
Bueno te dejo un momento que me llaman...

Un abrazo fortísimo.

Sergio.

03/08/10 08:08

Es como una vida de mariposa...

Tantas cosas en tan poco tiempo, y tantas más perdidas frente a sus vuelos. Un contexto material mezclado con sentimientos profanados ya desde el momento de su creación. Es como existir debajo de la mesa, tocando pies y recibiendo migajas.

Tu texto me llena de imágenes la maldita cabeza.

SALUDOS!

PASA POR MIS TEXTOS

04/08/10 02:08

Unos se conforman con ser anónimos, a otros el propio anonimato les corroe. Aunque a veces, el precio de dejar de serlo se debe pagar con sangre.
Un abrazo, Grekosay. Un gusto leerte. Siempre es un ejercicio para la mente, y un placer para el corazón.

04/08/10 04:08

La razón de cómo funcionan las cosas es distinta a los movimientos del universo, en ocasiones el miedo que producen los fenómenos naturales se volvieron mágicos... pueda ser que ese pensamiento mágico es quien paraliza al hombre.
A mi me encanta leerte,

04/08/10 05:08

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