Un delirio sangrado
por garras aceradas
dibujando laberintos de sangre
en el rostro del aterrador
hombre injusto
vestido de inmaculado blanco
sobre blancas sombras,
lienzo mortal en caballete de marfil.
Mil colores de vidrio afilado
clavados en su avaricia
que es dolor de niños apagados.
Una agonía ralentizada
para cada una de sus palabras
alejadas de luces de promesas
de amor, de pan, de risa.
Bandadas de corvidos
arrastrando su silueta atada
a su infértil semilla del diablo
en un vuelo hacia su tumba
de negro abisal
cavada por el mismo
con su invisible pala blanca.
Como castigo, una eterna visión
sus ojos nadando en formol
verán el amor crecer.
Una lluvia de amapolas
florecerá entre sus cenizas.
Una eternidad de vida
para su eterna muerte.

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2 Comentarios

• 

  Marellia

  Se me cruzan mil imagenes mientras voy andando por tus letras, muerte y vida, razón y sin razón, al límite.
  Excelente tu poesía, excelente.
  Saludos

  28/11/12 01:11

• 

  Guillermo

  Gracias por comentarla Marellia. Por fin me he aprendido tu bello nombre de memoria.
  Tan siquiera pienso que hago poesía. Solo me lo empiezo a creer muy poquito cuando poetisas como tu me lo dicen. Cuando poetisas de sentidas y viscerales letras me lo dicen.
  

  28/11/12 11:11