Destello de mar en tu pupila dorada
en un abrazo de caracola
que ata a tus pies
de espuma
de ola.
Solo alma y viento de sirena
ama al mar rojo
bajo el sol amarillo
como suspiro
de latido naranja
de un atardecer de fondo marino.
Muere la mirada del otoño
perdida en tu invierno
de paz de arrecife
que es cristalino laberinto.
Sigue matando marineros
la sirena inocente
que atrae sin remedio
latidos vivos
que reflejan
latidos muertos.