La granada rajada asoma su carmín
como los labios que callaron
sus sonoras letras amadas
una ilusión ahogada en el océano.
Abraza su ilusión
mi deambular errante
quemado en el grito
de un clavo ardiendo.
Almas gemelas sin roce de piel
de aroma
de besos de labios.
Sin noches sudorosas y sagradas
tan solo corazones sangrando
distancia
y unos delirios hundidos en el mar
de los recuerdos por olvidar.
Una llama de infierno alimentada
de cartas de amor
con un eco de caracolas a la espalda
ya cansada de adivinar
el nuevo peso de la húmeda agonía.
Un adiós
convertido en maleza de bosque
fertilizando a la floresta por venir.
Otro otoño de paraguas entre el bosque
buscando setas de porvenir
buscándote a ti misma
a mi.
Buscándome a mi mismo
a ti.

GuillermoSeguir Autor Recomendar Texto Agregar a Favoritos