Pedro platines, salió a la calle. Se sorprendió de todo. Hacía seis meses que no asomaba ni una pestaña a fuera de su reducido hogar. El porqué de esto, sencillo, se aburrió del mundo. Y de ver como la gente lo interpreta, con su montonera de libros, aunque Pedro nunca hubiese leído ni la contratapa de uno, es cierto. Aunque Ud. no lo crea lector, la gente se aburre de leer, aunque nunca lo haya hecho. Es otra de las curiosidades que nos entrega la vida. Bueno, el punto acá. Es que Pedro platines, como le decían desde pequeño. Salió a la calle, después de ocho meses o eran seis, da lo mismo. Acá, la historia, la cuento yo no Ud. así que cuento lo que quiero. Eran diez meses que no había salido a la calle. Cuando salió a la vereda, sus pies se fundieron en el pavimento. La gente le pareció rara, como que se alargaba y sus rostros trastornados por causa del dinero y el lujo le parecieron simplemente horribles. Eso le recordó, uno de los motivos por los cuales se fue a su hogar esos catorce meses. De todas formas, continuo su camino. Cuando ya había estado dando vueltas, un par de horas y de tanto encontrase con curaos, gitanos y fauna urbana. Se fue, a plaza. No sé que hizo ahí, lo siento no soy omnisciente. Me contaron sí, que les dio migas a las palomas y se puso a predicar sobre el fin del mundo. Hablo de Jesús, Mahoma, Buda y de su madre, en fin él junto a todos. Y cuando había formado una cazuela religiosa existencial se paró de banca y empezó a gritar.
Ahí la gente se reunió, lo escucho con gran atención. Tuvieron que ser sus grandes ojos negros y esa barba profusa producto de los diecisiete meses encerrado ¿O eran seis? Pedro platines, dijo con voz furiosa, que se dejen de ver tonteras y de pegarse en el pecho, que era hora de hacer las cosas de verdad. Este fue su monologo, por lo menos a si me dijo alguien, que parece que lo escucho esa vez. Si tiene dudas de esto, recuerde que no soy omnisciente.
Yo soy Pedro platines, así me puso la luz, cuando me visito hace veintitrés meses. Me dijo: Pedro, tú que vives en el manicomio del universo y estas condenado a sufrir.
Y es cierto, nosotros sufrimos. Sufrimos porque miramos al otro con desprecio, porque pensamos es inferior a nosotros. Y en nuestra pequeña mente nos decimos que es relevante tener autos y casas, logramos ese objetivo, no sustentado en el amor. Sino que cagando al otro, lo pelamos en la pega y tomamos todos sus triunfos como nuestros fracasos. Yo no tengo un sueño, a mi me gustan las realidades. Y la luz me dijo: Tú vas a construir realidades. Y acá estoy haciéndole caso. Bueno lo que les digo es: Ámense los unos a los otros. Por Dios, Buda, Mahoma y la luz. Háganle caso al chascón de Jesús de una vez por todas.
Ya me tienen harto, es tiempo, me dijo la luz de que le saquemos el mal al Capital. Me dijo también, que Marx no estaba tan cagado. Y que eso de vivir compartiendo, no era tan mala idea. Aunque me advirtió, que no se pongan flojos, como los comunistas culiaos, en especial los que están en la U.
La luz, me dijo. Deben crear porque para eso están en la Tierra. Y que la vida no es un desperdicio, ni nada de eso. Su desarrollo biológico, y la conjunción con todos los seres vivientes. No es un derecho, sino, un exquisito privilegio. Ustedes, lo desperdician. Se pelan los unos a los otros. No pagan imposiciones, y dejan a sus trabajadores sin aguinaldo para fiestas patrias. Como chucha, se pueden ir a rezar, a la iglesia los dueños de grandes tiendas, que pagan las quincenas los veinte de cada mes, desafiando el sentido común y la lógica matemática. Ustedes me tienen harto.
Quiero creer que el mundo no esta tan enfermo, y que de una vez por este mundo debe ser de los buenos, en el caso de que eso existiese. De todas formas, no podemos estar, cangándonos los unos a los otros. Es que todos tienen dislexia o dislasia, esto tiene que parar.
Todos ustedes, dejan de ser humanos, cuando en su pecho hay odio, e indiferencia con el otro. Y miran en sus ojos y pupilas. A un ser monstruoso, que es diferente. Me dijo también, que voten nulo, en las elecciones. Porque es tiempo de tener una nueva constitución que la construyamos todos. Para que por fin podamos tener un país, con democracia primaveral y no esté letargo invernal en el cual nos encontramos sujetos. ¡Y por la chucha!, ámense los unos a los otros.
Pedro platines, murió ese día. Cuando termino su discurso, un fanático, no importa de dónde lo mato a cuchilladas, treinta, los mismos meses que Pedro estuvo encerrado en su reducido hogar. ¿Se preguntara el motivo de esto? Si es así, no sea idiota. Acaso no sabe, que cualquiera que hable de amor y paz lo matan. Partiendo por el carpintero de hace 2010 años atrás, de ahí en adelante es siempre la misma historia. Pedro platines era uno más. Al parecer, los fanáticos han ganado otra batalla. Volverá a aparecer otro Pedro platines por ahí. A ver ¿Y esa luz, en la pieza que será?
Muy entretenida y buena historia.
Plagada de una gran filosofía.
Lus humanos somos animales.
Saludos desde LORE-RANCH