Un Sueño de Marzo
A veces los sueños suelen parecerse a la vida, la cotidianeidad del asunto, el sentido del tacto tan presente .. los rostros, a veces desconocidos en sus facciones, pero no en las actitudes.. ni en mis propios sentimientos.
Cuando me acosté había luna llena en una cálida noche de marzo..,en mi país las noches de marzo son las más lindas.
Alo largo de el día se me presentaban imágenes pasajeras, yo estaba con él, en un día de sol y en un bello paisaje campestre.
Pero mi carcajada hizo que ya no piense más.., después de todo, seguramente, ya había tenido muchos así alguna noche, quizás con luna y con estrellas.
Me limité a hacer las cosas de siempre, las cosas que ya hacía tiempo me conocían y yo apenas me estaba acostumbrando a ellas..
Pero las personas, que pueden ser más interesantes que esas cosas de siempre, un día aparecen en tu vida de esa manera sutil y profunda y ya todo cambia..
Ya no recuerdo el momento justo, como sucede con todas las cosas importantes, pero si recuerdo las palabras y las recuerdo intactas, irreversibles. Esas palabras fueron introduciéndose en mi mundo, en mi país, en mi vida, y en algunos de mis actos.
A veces tanta presencia me resultaba inquietante. Yo ya no estaba acostumbrado a eso, pero era tan lindo y real que olvidaba los reproches de mi mente.
Las tardes y noches caían sobre mi de una manera peculiar, distante de todo, pendiente de las frías y cálidas teclas.
Quería controlarlo todo, como de costumbre, la locura ya era razonable y yo sola me daba cuenta de que ya no era un simple sueño.
Abro la ventana y miro al cielo, del otro lado del mar quizás haya gente que quiere, que espera y que se encuentra en los sueños.
