Llevé las manos hacia tu rostro, cogiendo, dubitativa, esa máscara que te cubría la cara. Observé como las manos te temblaban sobre mi cintura y te quité la máscara, cerrando los ojos algo ruborizada.
-Mírame.
Susurraste con la boca entrecerrada y abrí los ojos. Observé tu rostro detenidamente, entreabriendo la boca poco a poco. Tiré la máscara al suelo y lleve ambas manos a tus mejillas, acariciándote los pómulos con mis pulgares y lleve mis labios sobre tu oído, poniéndome de puntillas.
+Eres.. realmente hermoso.
Tus manos se posaron sobre mi trasero y tus antebrazos en mi cintura, noté como mi torso se pegó a ti en un golpe seco y correspondí a tu abrazo, con tanta fuerza que pensaba que te iba a asfixiar.
Excelente relato