Quisiera perderme en los recónditos confines del firmamento,
aquel lugar donde el silencio sea música, el viento fiel compañero
las nubes paraisos de algodón que reconforten mi descanso.
Quisiera volar entre las estrellas y elegir la más bella
sin complejos ni temores pasados ni futuros, solo
disfrutando de su brillo, saciendo mi sed de sueños
de la fuente de las caricias más dulces jamás inventadas.
Quisiera sentir mi alma libre, mi corazón desvocado por el fuego
de una pasión cuyos límites no están escritos, darlo todo
y pensar que he nacido para crear mi propio destino.