Voltereta
La poesía engorda cuando uno se aposenta, al igual que el amor adelgaza cuando se es usuario habitual, y se viste de abeja, para volar de flor en flor. Más que nada por el movimiento de las alas.
Me fuí de misionero a la India y en la India huian del misionero, cosas del Kamasutra, me disfrace de chimpancé y me confundieron con un bonobo, pero más promiscuo. Pero como hombre no tengo precio y como gigolo se me rifan, lástima que los números estén ya agotados, casi tanto como yo.
Un poema lleno de matices y pleno de salpicaduras.
Un saludo, Hoz.
25/09/15 11:09