Mientras me queden lágrimas
y la temerosidad del impulso,
reiré y soñaré contigo.
Mientras palpite mi cuerpo,
al ritmo de un corazón
ansioso,
viviré sin miedo.
Mientras quede mimbre
en esta ciudad o en este mundo,
tejeré cestos,
de colores y formas
con los que al fin
solo podremos soñar.
Mientras quede una foto por tomar,
un labio, una brisa.
Correré por los caminos,
hasta que el cielo se derrame
con toda su fuerza.
Que sencillez y preciosura que se derrama como ese cielo alguna vez en palabras dúctiles y sensibles, me gustó, felicidades...