Guardé en la mochila tres sonrisas con whisky y una mirada que enfriaba más que el hielo; arranqué el motor que son mis pasos y me lancé de lleno a mi vía crucis. Tengo la mente más turbada que King y engaña mi gesto ingenuo; lo que se esconde tras mis párpados lo conocen cuatro, el resto correría con solo verlo.

No soy de las que pierden el tiempo ganando guerras sino de las que se prepara para todas, venza o pierda en el frente con mi escudo que es mi fuerza, mis manos luchando por alcanzar la cima, por llegar alto con esfuerzo y sangre fría, sin remordimientos por pisar a quien me pisó en su día.

Que hay bestias y bestias y la peor es la del espejo; las cenizas de Chernóbil hacen mella con el polvo que cubre mis sueños. ¿se perdieron con el tiempo o los lanzó mi rabia ardiendo a fuego lento? Ya no hay arena suficiente para retroceder en el tiempo


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2 Comentarios

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  Voltereta

  Un poema que transita el mundo de la metáfora, navegando a lomos de una barca sin timón, pero por un cauce que transmite calma, ungido de voluptuosidad poética.
  
  Un placer leerte.
  
  Un saludo.

  19/03/18 11:03

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  Remi

  Me sobrecogen tus textos, como caminar por caminos tortuosos para encontrarme conmigo misma.
  Me gusta como escribes, un abrazo.

  23/03/18 03:03