Soy amante de todos los inviernos que han pasado por mi piel,
me acompaña el frío en esos días en que las sonrisa
solo aguardan finales trágicos.
Visto de luto cada madrugada
por todos los sueños que se rompieron al caer
de mis manos torpes,
cuando las lágrimas y la tristeza convulsionaba mi cuerpo
hasta hacerme tiritar de miedo,
pero jamás de frío porque toda yo soy hielo
y prendo fuego a quien me toca.
He acariciado cada curva
de cada letra
de cada nombre
que un día hundió mi barco,
recordandome que el rencor sólo consume al que lo siente.
Ya no me quedan palabras por regalar,
se han agotado todos los versos tristes que navegaban por mi memoria
y jamás mis manos pudieron escribir algo que no rompiese.
Me ha gustado mucho. Noto la tristeza de tu poema.
Te mando muchos besos para que realmente se agoten los versos tristes y que eso se plasme en tu vida.
Resulta que me ha quedado algo cursi, lo siento.