Pese al candente sol perpendicular
de las 12 del meridiano tropical,
la vÃa que era de todos, es mÃa,
huyeron al calor que lega el asfalto.
Camino despreocupado.
Solitario yace un As de Oro,
la bruja me dice –tómalo, es tuyo.
-No. Se lo dejo a otro esta vez;
y añado -Yo tengo mi baraja completa.
No todo lo que encuentro es bueno.
De su guarida salen a recogerlo tres
al As de Oro; Sota, Caballo y Rey,
era un truco.
Aligero el paso, no quiero a la bruja,
Nadie barajará mi existencia.
Continúo...
Tropiezo con un perro famélico postrado,
envolventes mortajas rÃen del moribundo,
y que deseando antes que un bocado,
él sarnoso, ya partir de este mundo,
-Lo siento, hoy no comparto eso.
Sentencio -Levántate y anda, cuida tú casa,
Desde entonces me ladra contento
se llama Lázaro, de linaje sabueso,
le sonrÃo, cuasi esqueleto, pero aun caza.
Doblan las campanas, corro al carnicero.
Es mi amigo, ¡Le traigo carne y hueso!
¿Moraleja?
Es extraña la manera en que le damos valor a las cosas. Por favor corrÃgeme si me equivoco; yo entiendo que la prudencia es del sabio y una virtud, y que la vida de un compañero no tiene precio.
Hoy fue un dÃa difÃcil; acabo de llegar de provincia a la ciudad y me encuentro con tu texto que me remueve lo que ya querÃa salir desde el medio dÃa. Lo estaba escribiendo, pero no lo voy a poder subir sino hasta mañana.
Gracias por este regalo, muy especial para mÃ. Dicen que no existen las coincidencias y que todo tiene un porqué. Bueno, me tenÃa que encontrar con estas palabras tuyas, tal vez para hacerme entender lo que acabo de vivir.
Saludos y un abrazo!