Vampi:
Has secuestrado mi voluntad,
ahora soy tú lobo fiel,
pareces untada de suave fluido
y te has introducido fácil, manejándome,
aceptando tus extravagantes caprichos.
¡Mis preciados glóbulos rojos son tuyos!
¡Bébelos como una salvaje!
Poséeme entre tus brazos y piernas
con demencial furia clava tus colmillos.
Enajena mis sentidos,
hazme el objeto sumiso de tus ocultos instintos,
los que sean,
más allá de lo lícito,
arderán en mi dermis e inflamarán mi imaginación.
Y...ahh... ¿sueño o estoy despierto?
¡ahh! ¡Suéltame! ¡No muerdas más mi cuello!
¡Hayyyy!
¡No! ¡No! ¿Que haces? ¡Quítate de encima insaciable!
Me tienes hecho un humanoide.
Es un dilema entre tú suave y fría piel
y el de recordadas cálidas féminas
pero esta pesadilla me fascina
¿Volveré a mi inocente condición humana?
No Vampi, sigue, no pares,
con un mar de vino me embriagaré
y al aplacar tu hambre con mi sangre,
la borrachera te aumente el frenesí
y llegar agónico tal vez moribundo
al más adorable orgasmo
Llévame al éxtasis...dale, dale...