Tengo ganas de vida, optimismo, no obstante cuando la muerte esté próxima, que siempre llegará aunque esté ausente o intente acercarse estando lejos yo, la aceptaré como el último guión de la obra teatral La Vida. Eso si, le daré a conocer mi póstumo deseo: Que sea con la guitarra abarcada al pecho y cintura, como al cuerpo de mi compañera, como siempre fui, navegando en el arte. Sereno, primero tocaré una composición para mi mamá biológica (papá me espera allá), y a mis hermanos, otra para las amigas. No me oirán rasgar nada de responso mortuoris, ni precipicios de corazón, todo contra las guerras, probable esté presente en ese instante fugaz la ausencia de la dama tristeza, seguro les interpretaré suaves oscilantes acordes de alegrÃa, luego en octavas superiores, escucharán lo de quien pasó vivo por el planeta, la fiera fuerza de que me dotó la exuberante cosecha, la satisfacción del discernimiento y el disfrute de las amabilidades terrenas, los dulces pecados y a ti generoso padre Sol que calentaste mis tremenduras, mi ego, no te olvido; posteriormente te dedico una tórrida cadencia a ti madre Selene, que me suavizaste con tu inquisidor desquicio en la cama, llenaste mis álbumes de imágenes, las frÃas nocturnidades con tus gemelas féminas, paseando de la mano en mis largas fugas alucinantes, todo, absolutamente todo fue hermosÃsimo y solo entonces revalidaré aplaudiendo la frase lapidaria de Neruda: Confieso que he vivido.
Ahora si; ¡Muerte, elévame en tus brazos!
Joder!! Pedazo epitafio Indigo...jeje, broma a un lado, me gusto
Saludos
Antonio