Ayer te necesitaba tanto. Aún te necesito. Mis lágrimas caían al ritmo del jazz. Prendí un cigarrillo y mis manos temblaban. Me odio por extrañarte, me odio por amarte tanto, por no poder respirar si no estás a mi lado. Simplemente fui a dormir pero podía sentirte en mis sueños, el calor de tus manos que me hacen sentir protegida, otra vez podía sentir tus labios con los míos, no quería despertar. Buscame, vamos a dar un paseo bajo la pálida luz de la luna en esta noche de julio. Como solíamos hacer cuando los lazos del amor nos unían. No me quiero alejar. No me voy a alejar.