Duele.
Y duele. Aunque no hagas nada, duele. A medida que pasa el tiempo, te quiero más.. y es que duele mirarte y no tenerte. Imaginarte conmigo, sólo imaginarte. Y ya me voy acostumbrando a vivir así. He aprendido a conformarme con eso de se mira pero no se toca. Y mi toalla ha rozado muchas veces la tierra. Pero con el paso del tiempo, aprendí el mayor de los errores que cometí: Intentar sacarme de la cabeza lo que no sale del corazón. Porque dejé que la vida me adelantase, y no agarré su mano cuando intentaba levantarme. Le dije que se marchase. ¿Sabéis quién era mi vida? Mi vida era él. Y todabia lo sigue siendo.