Caminaré por el cielo sobre viento,
rodeado de estrellas y luceros,
como la pena camina mis adentros,
cualquier día roto por los suelos.
Aún queda por limar los filamentos,
recubierto por sal y con veneno,
el tono gris de los lamentos,
aún en el filo del invierno.
Pronto comprendí al gris silencio,
cuando sube al máximo el descontento
blanco y húmedo del trapecio,
y quita al ser vivo dulce alimento.
Mal para el que no esté atento
y luchador.Volando entre los pinos,
rompedor frío agrieta el aliento
y el corazón,late sangre entre escalofríos.
Poema de gris e invierno, lírica y corazón, amargo aliento...
Me encanta cómo escribís, Iringo.
Abrazos