Me quedé solo,
ahora te has ido,
con tu corazón de oro
bajo sol anochecido.
Y te aleja
arrastrando frescura,
en silencio
la frondosa noche oscura.
Por tí
que estás ausente,
vuela un colibrí
la memoria de tu frente.
La luna redonda,
abierta brilla,
blanca como la sola
nieve en la cima.
Por tí llora la fuente
sobre el río,
gota a gota reluciente
frescor de lirio.
Sentido adiós del que se queda con el corazón apretado y huérfano.
Poema muy triste.
Un saludo cordial.