Espero tras la noche
que llegue el día,
rosas y claveles
de melancolía.
Rota no quede
la noche herida,
en medio de la nieve
sobre la cima.
Dejaré sembrada
la sombra esquiva.
Ya los atardeceres
que trae la vida.
Sea que llenen
campos las golondrinas,
ya lloren las nubes
su lluvia fina.
Siempre logras brillar junto a la naturaleza y tus poemas.
Un saludo...cuídate.