Busco la luna
blanca del río,
alta que brilla,
acaricia los nidos.
En su viaje
como un escalofrío,
sobre el forraje
sopla el viento frío.
La luna blanca,
señora de estrellas,
tocando el arpa
un ángel la espera.
Pasa la noche
vestida de perlas,
como un alimoche
mirando a la tierra.