Llovía lágrimas la fuente,
el sol palidecía,
la sombra profunda del puente
la orilla recorría.
Llegó la noche fría,
me encontró soñando,
cubierto de melancolía,
con las estrellas brillando.
Recuerdo el aroma puro
de un frondoso limonero
y cómo todo mi mundo
giraba sobre mis sueños.
Campos de luz,
tierra de malvas,
bajo una cruz
se durmió mi alma.
El cielo trajo
la noche oscura,
un árbol muy alto
bajó la lluvia.
sobre una montaña
dormía la luna,
un clavel la miraba,
brillante y pura.
"sobre una montaña
dormía la luna,
un clavel la miraba,
brillante y pura".
Bello final, para un lindo poema.
Saludos.