El aire ya no era suficiente para seguir en vida atada a él
necesitaba de sus miradas y sus palabras atravesando su alma
sin ver lo que la realidad le trataba de mostrar día a día
su vida constaba de utopías que se desmoronaban de un soplido.
Recuerdos de noches cálidas en sus brazos y tardes de abrazos,
paseos con la luna de testigo de lo que sería un amor sin fin
momentos de confesiones e intimidad, instantes donde creía morir,
ahora todo yace inerte sobre su corazón y cae en forma de lágrima.
Se derrama arrastrando sonrisas descendiendo hasta mi boca
la cual un día se deshacía entre la tuya de placer sin medida,
cuando tus manos irrumpían bajo la piel estremecida a su tacto
de piel sedosa y embaucadora para los cinco sentidos de una mujer.
Arrasando sueños y alegrías va desapareciendo nuestra estrella
aquella que brillaba en el firmamento más fulgurante que ninguna
que iluminaba noches y días, veranos e inviernos, a ti y a mi
y que lo está perdiendo todo, hasta las ganas de seguir viviendo...