Estás tú en medio del paraje
haciéndome volver debilidades.
Sucumbo a tus abrazos numerosos
y al desbalance de tus proximidades.
Eres silueta que me besa
y, a la vez, bisagra con tu mundo.
Y me amas en un rumor sencillo
mientras los mares se atestan de corales.
Me hundo en lo velloso de tu musgo
con mi jinetería más salvaje.
Y tu me encierras con tus vínculos húmedos
preñada de lascivia y disimulo.
Y nos amamos en las horas verdes
que las parejas usan como quieren.