Me apoyo entre dos equinoccios
y la larga cuerda que llamo " Mi existencia ".
Mi vida ha sido más larga que mis versos
y he visto llorar a muchas magdalenas.
Amplios brazos se escondieron en los míos
para escapar de escarpaduras y de ultrajes.
Y yo dejé mis besos en cien rostros
hasta llegar al tiempo de mi decaimiento.
Hice pacto para vivir un siglo
pero mi vida se quiebra como un larguero.
Hacia tiempo no te leia, disculpa por ello, buen texto
saludos
Antonio