End
Resulta frágil pensar lo que un día fue todo, que ahora es nada.
Era feliz, me contagiabas de alegría, me hacías estremecer con cada palabra que salía de tu boca. Eras mía. Te disfruté. El tiempo se nos escurrió entre los dedos como el agua, dejando huella en nosotros, una huella casi imborrable. Soy consciente. Nada semejante. Jamás.