observaba, la observaba a ella, mientras pensaba en que estaría pensando en esos momentos, la observaba fijamente, intentando de que no me viese.
trate de mirarla a los ojos disimuladamente, ¡la pude mirar!, pude observar sus maravillosos ojos, aquellos ojos oscuros irritados, aquellos ojos que sostenían firme y fuertemente esas lágrimas represadas en unos ojos pequeños pero realmente fuertes.
se derrumbó al preguntarle que si queria llorar, ella contesto que no, ese no que la destruyó, que hizo que sintiera esa maldita presión en el pecho que la mataba, que la apuñalaba una y otra y de nuevo otra vez con su puro y propio dolor; esta cabizbaja pero de un momento a otro suspiro y decidió mirar hacia el techo para no derramar ninguna lagrima mas.
ella no decidió sentirse así, ella no decidió hacerse daño, no decidió matarse lenta pero a la vez rápidamente con cada lagrima que brota de sus ojos, ella no eligió esa vida, no eligió llorar, no eligió dañarse.
no se si tal vez ella necesitara un beso, una caricia, un enorme abrazo o quizá una palabra de alivio...
