Y allí, paradas en el escenario Frida y Agneta, viendo los últimos detalles para iniciar el recital. Sus esposos llegaron minutos después, Benny Anderson al piano, y Björn Ulvaeus a la guitarra. Duraron alrededor de 2 minutos probando los instrumentos, mientras sucedía,
Frida tomó el micrófono para decir unas palabras;
“Aquí empieza de nuevo esta gran fiesta, estos fantásticos derroches de amor y talento hacia el público, tan puro y hermoso como alguna vez lo hicimos en nuestra otra vida, ojalá que lo disfruten tanto como nosotros”
Quedé maravillado con esas palabras, y aunque no era un fan declarado de ABBA, por ese discurso ganaron mi admiración. Y como un discurso digno de una reina, la música empezó a sonar, empezó el piano, tocando el intro de Thank You For The Music, claro que en ese momento no sabía cómo se llamaba la canción, así que tuve que preguntarle a Kelly, recuerdo un hermoso e impecable comienzo de Agneta, acompañada segundos después por Frida, para formar ese dúo genial, haciendo parecer como si hubiese una explosión de instrumentos. La canción terminó, y el público –me incluyo- aplaudió muy fuerte, silbando esas típicas muestras de que lo que hicieron fue genial. No me quisiera extender mucho sobre esta primer canción, ni tampoco por la primer banda de la noche, las siguientes canciones fueron igualmente interpretadas con excelencia, quiero dar a conocer que solo tocaron cinco, Thank You For The Music, Knowing Me Knowing You, Chiquitita, Fernando y por supuesto, Dancing Queen, fue espectacular ese concierto, el público, entregado a ellas, y ellas al público. Al finalizar, y al estar en plena excitación del publico, Agneta dijo;
“Muchas gracias a todos, tan sólo quiero compartirles un pequeño mensaje con el que tal vez se sientan familiarizados , uno como persona, jamás sabe si dio todo lo que el público esperaba, el único que sabe si dio todo lo que tenia es el artista, el interprete, el músico, quiero decirles que aunque es muy probable que nos volvamos a ver muy pronto, siempre dejamos nuestra alma en alguna parte del escenario, para cuando volvamos, ella regrese a nosotros para que nos ayude a cumplir nuestra misión, y esa es, hacerlos sentir vivos , muchas gracias”. La ovación fue grandiosa, y mi admiración sin duda, había crecido aún más.
Hubo un espacio de 15 minutos, y como había leído en la hoja, salieron los integrantes de
The Velvet Underground, siempre fui fan de esta banda por ser banda no comercial, además que Lou Reed es un maestro. Como pensé que lo haría, Lou Reed lanzó un discurso al público;
“Buenas noches a todos, espero que unos pobres diablos como nosotros podamos ser capaces de tocar su corazón”, corto pero expresivo, con una honestidad que podías notar en su voz. La guitarra, la batería, el bajo, y la voz, sin duda, al estar interpretando la canción Rock And Roll, fueron como si todo en ese momento, fuera concebido para ser perfecto. Aunque en el concierto anterior con ABBA, me sorprendí, en este, quedé completamente maravillado, y tan sólo pensé, este es el principio del mejor concierto de mi vida.
Curiosamente, y al igual que ABBA, solo tocaron 5 canciones, eso me dolió pues, en realidad me encantó. En este punto, Kelly y yo estábamos disfrutando de esta maravilla, susurrándonos anécdotas de los Maestros del escenario, así como cantando juntos siguiendo la canción. Tan solo podría decirles que ese momento, lo comparo totalmente con el pequeño concierto de George Harrison de hace unas horas, y eso para mí, es más grande que el universo. Las siguientes cuatro canciones de la banda fueron Waiting For The Man, Sweet Jane, Heroin, y la última canción que me sorprendió, y amaré para toda la vida,
Pale Blue Eyes, fue una hermosa interpretación, y tal cómo Lou Reed lo dijo, me tocaron el corazón. Terminaron y salieron de escena, y rápidamente, aproximadamente a unos 5 minutos entraron a escena The Vapors. Banda británica con pocos fans, pero con un talento que merece ser aplaudido. Ellos tan sólo tomaron sus instrumentos, y empezaron a hacer lo que mejor sabían sin hacer ningún comentario, su Setlist fue: 1-Waiting for the Weekend, 2-Jimmy Jones, 3-Magnets, 4-Spiders, 5-Turning Japanese. Me sorprendió la calidad con la que interpretaron todas las canciones, pero sin duda, Magnets, fue otro nivel, y por supuesto con Turning Japanese el ambiente se sintió muy alegre y lleno de vida. Al terminar y abandonar el escenario, la pausa se prolongó mucho más de lo que nos tenían acostumbrados, pasaron alrededor de 40 minutos, yo me encontraba recargado en el árbol, e invité a Kelly a que se recargara en mi, cosa que no pensó puesto que teníamos alrededor de una hora en el concierto, y poco a poco la espalda fue encorvándose y doliendo, pasado ese tiempo, saltó al escenario The Animals, sin duda esta banda mecería estar aquí, puesto que su forma de interpretación me parecía muy buena por la forma de transmitir emociones. Es poco decir que fue un deleite escucharlos, junto a una linda chica. Su Setlist empezó con It’s My Life, sin duda esas 5 personas en el escenario te hacían venerarlos por su grandeza, la canción fue ejecutada magistralmente. En este punto abrasé muy fuerte a Kelly, tanto que tuvo que voltear a verme para recordarme que ella estaba allí, me apené al darme cuenta que si ejercía demasiada fuerza y le pedí disculpas, poco me importó puesto que The Animals tocaba tan cerca. Su maravilloso Setlist continuo con 2-Dont Let Me Be Misunderstood, 3.We Gotta Get Out Of This Place, 4. When I Was Young, 5- The House Of Rising Sun.
Siempre me dije a mi mismo que The Animals era mucho mejor en Vivo que sus producciones en CD, y por supuesto que tenía razón. Y admito, que con The House Of Rising Sun, algunas lágrimas recorrieron mi mejilla. Al terminar su colosal e impecable presentación, tan sólo hicieron un humilde pero hermoso gesto, dar las gracias al público inclinándose al mismo tiempo. Salieron del escenario dejando los instrumentos en su lugar.
-Eso fue impresionante- le dije a Kelly, realmente asombrado por la grandeza de estos músicos.
-Sí, me di cuenta porque están aquí.-
La siguiente banda en salir era The Clash, el tiempo que transcurrió para que salieran fueron alrededor de 5 minutos, tomaron sus instrumentos y sin dar preámbulo comenzaron a tocar un intro lento, para después acelerar y dar comienzo a Rock The Casbah, me di cuenta que esta banda aún sentía el punk en su corazón, pues se notaban igual de locos que en sus conciertos, brincando y cantando con gestos faciales llenos de ímpetu. Terminó la canción con un grito de Joe Strummer, y casi al instante empezaron con Should I Stay Or Should I Go. Aquí quiero extenderme, puesto que me pareció extremadamente interesante, ésta canción dura alrededor de 3 minutos; no se tocaba aún el segundo minuto cuando una botella de vidrio fue lanzada desde el público, no consiguió golpear a nadie, la banda paró de tocar, Joe Strummer se dio cuenta que el público se alejaba de alguien que estaba allí parado, y que al parecer fue el que había lanzado la botella al escenario. Y efectivamente, quedó un hombre descubierto en medio de toda una masa de gente, él era Sid Vicius, sin camisa y con el peinado que lo caracterizaba, tenía su mirada clavada en la banda.
-¿Esto es verdadero punk?, mi banda es pionera de este género y ustedes tan sólo lo apestan con sus estúpidas incorporaciones de ritmos que no son congruentes, y tengo el derecho de criticarlos por haber formado la banda que lo inventó - repudió Sid Vicius.
Pude notar que estaba ebrio, pero sus palabras llevaban seguridad.
-Por favor imbécil, no otra vez.-
-Será a diario hasta que no aprendas a crear buenas canciones y admitas que jamás fuiste digno de decir que tocabas el género que creamos-
-¿Cuántas veces te lo tengo que recordar?, tu banda tan solo duró 2 años, y sí, nos inspiraron, pero te tengo que decir que no puedes compararnos con ustedes, nosotros somos mejores-
Vicius enloqueció y caminó rumbo al escenario con su vista fijada en Joe Strummer,
Strummer tan sólo lo miraba parado como si nada, esperándolo.
-Alto ahí malnacido-
Era la voz de Ozzy.
-¿Por tu estúpida mente ha pasado que estas arruinando mi concierto? Black Sabbath,
¿Te suena?-
Ozzy había salido por un lado del escenario, con un micrófono en la mano, cuando le llamó a Vicius malnacido, él ya estaba afuera pero nadie lo percibió por ver a Vicius caminar hacia el escenario.
-No te metas Osbourne, no es asunto tuyo-
Vicius se había parado en seco cuando escuchó la voz de Ozzy, y aún cuando le respondió seguía inmóvil.
-A mi no me vas a decir que me concierne y que no, mas te vale salir de aquí o te las verás conmigo- dijo Ozzy.
-¿Qué me harás estúpido anciano?- respondió altaneramente Vicius
Dentro de mí sentí desprecio por aquel Bajista con problemas de ira, hablándole así al príncipe de las tinieblas.
-Llévenselo- dijo Ozzy moviendo la mano.
Por un lado del escenario, pero por abajo, salieron Randy Rhoads, y Jason Newstead. Salieron tras de Vicius, Vicius los espero hasta que llegaron, y le propino a Jason un puñetazo en la cara, al parecer Jason no lo esperaba, pero no fue suficiente para dejarlo fuera de combate, y Jason se lo regresó en la mejilla izquierda, Vicius se tambaleó, Newstead y Rhoads lo sujetaron, trató de resistirse pero el puñetazo había sido efectivo y cedió.
Lo cargaron entre los dos y se lo llevaron rumbo a las casas de donde yo había venido, trataría de preguntar a donde lo habían llevado cuando pudiera hacerlo.
-Su lechita y a dormir- Dijo Joe Strummer. -
Ozzy volteó rápidamente a ver a Strummer.
-Termina tu acto, antes de que me de otro infarto- le dijo Ozzy mientras se metía de nuevo detrás del escenario. La banda se miró entre sí unos segundos, a lo que Paul Simonon golpeó sus baquetas 3 veces y empezaron a tocar en la parte donde habían sido interrumpidos.
Me sorprendió que la banda tan sólo siguiera tocando como si nada hubiese pasado, con esa misma calidad que hizo que fueran la mejor banda en su tiempo. El transcurso del concierto no tuvo más inconvenientes, tocando después 3-White Riot, 4-Tommy Gun, 5-London Callin.
Al terminar de tocar, Strummer pidió disculpas al público y a Ozzy por esa interrupción, que aunque no estaba ahí presente, seguramente lo escuchó.
-Ya viene tu abuelo- le comenté a Kelly
-Si, preparémonos para volar- me respondió con una sonrisa, y claro que estaba listo. Aún estábamos abrazados recargados en el árbol, eran tal vez las 9 o 10 de la noche y mis manos empezaron a sentir el frio de la noche, así que las metí en las bolsas del suéter que Kelly llevaba, para mi sorpresa, mis manos se toparon con una bolsa de plástico que hizo ruido cuando la empuje, Kelly volteó su cabeza hacia atrás para verme, y sonrió. Ya me imaginaba que podía contener esa bolsa, pero mis pensamientos desaparecieron cuando el escenario se iluminó con lámparas que habían estado apagadas, aun cuando ya era de noche. Iluminando todo el campo, obligándonos a entrecerrar los ojos o taparnos la luz con nuestras manos, las luces fueron bajando su intensidad poco a poco, y cambiando su dirección hacia unos metros del escenario, dando una iluminación perfecta, aún cuando estuvieses lejos de allí podías ver sin ningún conflicto visual. Ni hablar del lugar donde estábamos, me di cuenta que era el mejor punto para ver el concierto de todo el lugar.
Sin dar previo aviso, el escenario se apagó completamente, y las masas empezaron a gritar, por mi parte abrasé a Kelly fuerte conforme el grito se daba, se calmó todo cuando pudimos escuchar un instrumento que en el momento me pareció que era un violín, el escenario se mantenía a obscuras, al instante recordé que el maestro Harrison tocaba el Sitar, un instrumento indio que aprendió a tocar durante su etapa con The Beatles, el ritmo al parecer era nuevo, pues en toda su discografía como solista y de Fab Four nunca había escuchado ese intro. El sonido paró alrededor de 10 segundos, y se iluminó el escenario, mostrando a Ringo sentado con unas Tabla, que era otro instrumento indio parecido a un bongó, también Harrison estaba sentado, tocando la Sita, pero esta vez tocaba el intro de una canción que todos percibieron al instante, Within Without You, contaban con unos 10 violinistas a la derecha del escenario, algo alejados de los maestros, y de igual manera del lado izquierdo violonchelistas. Sentados y descalzos sólo los maestros, interpretando magistralmente la canción, mientras la gente la coreaba con la misma serenidad que el maestro. Dudo que Ringo hubiese sabido tocar la Tabla en su época Beatle, Harrison le debió haber enseñado mientras estaban en este mundo.
Mis pensamientos estaban en un solo e irónico pensamiento, mi vida entera en mi mundo era patética comparándola con este magnífico día en este mundo, y tal vez muchos también lo hubiesen pensado. La canción, que de por sí ya es hermosa, entró en el alma de todos los que estábamos allí presentes, con esa instrumentación hindú, la orquesta bien ubicada, Ringo por supuesto haciendo de maravilla su trabajo, y la reconfortante voz de Harrison, me mostraron un sentimiento que no conocía. Todos coreábamos la canción, algunos movían sus manos de un lado a otro…
we were talking, about the love that’s gone so cold.. con una paz inmensa.
El sentimiento que describo como nuevo, me hacía sentir extrañamente feliz y relajado, en un estado de euforia pero perfectamente canalizado para estar tranquilo y disfrutar de ese momento, aquella sensación tan parecida al estar fumando hierba.
Tan extraordinarios Harrison y Ringo, como para hacernos sentir tan bien.
Con toda la desdicha del mundo me resigne a aceptar que la canción ya había acabado, fue como estar en transe, ser despertado, y querer volver. Para esto, un ola de aplausos inundó todo el campo, mientras, Harrison y Ringo se ponían de pie saludando a todos, Ringo tomó su rumbo hacia la batería y Harrison por una guitarra que estaba recargada sobre el montón de instrumentos.
Se preparaban para tocar sus instrumentos de planta. Jason Newstead había salido para suplir el bajo, eso me confundió un poco pero me pareció bien. Y cuando todo estuvo listo, empezó el intro de Octopus Garden con la excelente técnica de Harrison a la guitarra, y Ringo hacía lo suyo con la batería y con esa voz que lo caracterizaba, a los pocos segundos de empezada la canción salió Janis Joplin de un lado del escenario con un micrófono, y junto con Harrison y Jason, hacían los coros de fondo, pero claro que Janis le daba su peculiar toque a algunas partes de la canción con esa voz tan emblemática, terminaron la canción perfectamente interpretada, Janis salió del escenario, y sin esperar más de 30 segundos, Ringo daba una señal golpeando sus baquetas entre sí 3 veces, y se escuchó
I Need You; una canción que siempre me pareció realmente preciosa e infravalorada, y claro, compuesta por Harrison.
I’m lonely as can be.. I Need you...
Nuevamente Harrison nos hacia estremecer con esa dulce canción, haciendo que entrara en transe y me pusiera a pensar si tal vez, yo podría crear música tan perfecta;
“Ésta clase de música que se filtra en el cuerpo haciéndote volar mas allá de tus pensamientos, haciendo posible mirar tu alma flotar cerca de ti, teniendo cuerpo y mente enfocados en lo que la gente realmente piensa, sintiendo su fuerza acariciando tu cabeza como si fueras pequeño, y así, poder transmitir mis pensamientos positivos a aquellas personas que las sabrán interpretar, así como hoy Ellos lo hacen, mandándonos a flotar a través del universo. “

Sólo me pude responder:
Tal vez algún día.

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