Solo a veces el día despunta execrable,
solo a veces.
A veces la ineptitud de un régimen morboso
anega nuestras ilusiones;
solo a veces impolutos, atónitos observamos
la miasma avasallarnos.
Entre tanto, no oímos los gritos ahogados
producidos por la soga o por el cable.

Solo a veces nos sentimos estafados,
solo a veces.
A veces la esperanza se nos escabulle
de las manos como hontanar apremiado;
solo a veces logramos siquiera
esbozar el nebuloso futuro.
Entre tanto, pérfidos designios
nos son revelados.

Solo a veces este sistema enfermo nos enferma,
solo a veces.
A veces el anciano honesto, el niño inocente,
el estoico árbol son ultrajados;
solo a veces sucede que las mentiras hieren
cual navajazos nuestro cuerpo.
Entre tanto se oye que voces cándidas
nos alertan del engaño.

Solo a veces percibimos la celda que habitamos,
solo a veces.
A veces parece que toda ilusión
se agota andando;
solo a veces un suspiro nos da fuerzas para
seguir volando.
Entre tanto, bajamos la frente, besamos el barro
y luchamos, y luchamos.

JavieroscarSeguir Autor Recomendar Texto Agregar a Favoritos