Ahora que la lógica ha limitado mi mundo a lo posible,
ahora que la realidad prevalece sobre mis deseos;
ahora que ya no poseo el desierto sino un punado de arena;
hecho de menos aquellos maravillosos años en los que subido a escaleras de juguete cogia puñados de estrellas,
en los que el mundo no me limitaba a lo posible, no cercenaba mis deseos.
Todo el encanto de la infancia radica en que esta fuera de la realidad y dentro del deseo
Bienvenido al triste mundo real.
Feli.