TusTextos

Mundos

—¿Si digo que te amo?
—No te creería.
—¿Y si confieso que ya no te quiero?
—Mentirías.
—¿Entonces?
—Entonces calla, que tu silencio es un juramento de amor que perdura en mí por la eternidad.


Encerrado en la vieja biblioteca de Doña Victoria, leí que el tiempo se detenía, el cielo parecía caer, quedabas suspendido en el aire, todo alrededor desaparecía, y mil cosas más. Por todo eso, deduje que con el primer beso el universo se acababa. Pero cuando besé a la señorita Antonia Villarreal, mi mundo recién comenzó.



Durante cinco mil novecientas cuarenta y ocho noches, don Manuel Aguirre le susurró a su Helena del alma que se abrigara fuertemente. La noche en que dejó de hacerlo, fue asesinado, y su espíritu llegó hasta su mujer para convertirse en el abrigo de su corazón destrozado.



Si el ser humano tuviera alas, estaría más cerca del cielo que del infierno. Pero no volamos, caminamos en tierras donde se mueven miles de demonios que nos seducen con malicia. Yo mismo podría ser el Diablo.



A través del cristal la vi nacer. Sus manitas agitándose al aire y su llanto agudo al arribar a un nuevo mundo. Sus ligeros movimientos indicaban el inicio de una vida mágica que marcaría mi destino para siempre. Tras un largo minuto contemplándola, me derrumbé en el suelo llorando amargamente. Allí estaba la bella hija de mi hermano y la mujer que siempre amé.




Alice susurró antes de caer dormida que yo olía delicioso, como a mandarinas. No le he confesado que en mi corazón planté una mandarina que siempre da sus frutos a mi ser, alimentándolo de imaginación e inspiraciones.



La pequeña Carmen se hizo mujer el día en que reunió valor suficiente para deslizar bajo el portón del orfanato un sobre para Salvador que contenía su promesa de regreso. 26 años después, el ahora profesor del orfanato vio a una mujer que se acercaba con la calma de quien ha superado las infamias del destino. Sacando una carta arrugada de sus pantalones, Salvador sonrió y suspiró aliviado.



Cuando cumplió 18 años, Oscar visitó la playa con una rosa blanca entre las manos. En medio de lágrimas y carcajadas, anécdotas y sueños, alzó la vista y creyó verla volando entre nubes que destilaban soledad. Soltando la rosa en el mar, se despidió de Marina, coincidiendo con ella en que solo recordamos lo que nunca sucedió. (Personajes tomados de la novela Marina, por Carlos Ruiz Zafón)



Jefvolkjten02 de junio de 2012

2 Comentarios

  • Lumino

    Me ha gustado esa sucesión inconexa de párrafos . Supongo que cada uno será de una obra distinta.
    Hay una cosa que me ha resultado muy curiosa. veras, me llamo Salvador y estoy escribiendo una novela basada en parte de mi vida en un olfelinato. Cuando he leido el penúltimo párrafo me he preguntado si es parte o no de una obra más extensa. si es así me encantaría leerla. Un saludo

    03/06/12 08:06

  • Jefvolkjten

    Hola Salvador. Primero, gracias por tomarte el tiempo de leer esto, lo aprecio muchísimo. A decir verdad todo esto es obra mía,salvo los personajes de la última historia, que pertenecen al escritor Carlos Ruiz Zafón Y mi idea es como mostrar diferentes microrrelatos, mundos y personas distintas. No, ese penúltimo párrafo también es de mi autoría, que yo sepa no hay algo más extenso con relación a ese tema.

    04/06/12 05:06

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