Capitulo 17. ¿Un nuevo amor?


Tenías miedo de que esto sucediera. Desde aquella vez que lo llevaste a tu casa, después de esa extraña noche, no has podido dejarlo solo, sientes que es débil ante el mundo. Pero si tú eres igual. Sientes que estando con el todo esta bien, y que nada podrá dañarlo.
Tuviste una fuerte discusión con sus padres y con los tuyos, no aceptaron que se fuera contigo, pero no te importo.
Al igual que paso con Gerard, no importo nada, y ahora lo que estas sintiendo hacia él esta cambiando, no sabes exactamente a que…pero de algo estas seguro, ya no lo ves como un niño.
- Jasón, ¿estas bien?
- Me siento mal por mis padres.
- ¿Qué? – Te extraño mucho eso, meses atrás había jurado que los odiaba con toda su alma.
- Se que me contradigo, pero no lo se, siento algo muy extraño.
- Tranquilo, se lo que se siente, son tus padres, y por mas que lo intentes no podrás odiarlos.
- Gracias por todo Frank. Te quiero.
Se abrazaron y besaste su cabeza. Es que simplemente no puedes evitarlo. Hay algo en el que provoca todo eso dentro de ti. Nunca lo habías sentido, pero te gusta, y mucho.
- ¿Puedo…preguntarte algo?
- Claro pequeño, lo que quieras.
- ¿Aun lo amas? ¿A Gerard? – Dudaste un poco, pero terminaste negándolo y no te sentiste mal en lo absoluto.
- ¿Cómo podría hacerlo? Después de haberme jurado que me amaba y lastimarme de esa forma…no, claro que no. – Sentías seguridad en tus palabras.
- ¿Pero no lo has olvidado?
- En cierto modo no. Pero solo puedo recordar ese mal momento.
- Yo puedo ayudarte. Jamás te haría algo parecido.
- Eres muy pequeño Jasón.
- Para el amor no hay edad. Confía en mí, no te lastimare.
- Se que no lo harías.
Y lo sabias, no estabas mintiendo, tu mente decía que lo hicieras, que le dieras una oportunidad, pero tu corazón no hablaba claro, a cada segundo te confundía con una nueva cuestión.
- Puedo cambiar ese “te quiero” por lo que en verdad siento Frank…te amo.
- Jasón… - No te permitió seguir hablando, no te diste cuenta, pero ya tenias sus labios sobre los tuyos, haciendo presión. No te apartaste, no te negaste, solo te dejaste llevar. Te sentías tan bien, que habías olvidado el juramento que hiciste: no volverte a enamorar. Y aquí estas de nuevo, con cara de idiota y acariciando ese pálido y hermoso rostro. Su mirada era de amor, lo sabias porque era así como tú estabas seguro, mirabas a ese maldito traicionero. Ahora te la dedican a ti, y la recibes con mucho gusto.
Ahora tú tomas su rostro entre tus manos y unes tus labios de nuevo con los de él. Tornándose en un beso dulce y apasionado, tus manos recorren desde su cuello hasta sus brazos, mientras que las de él se quedan posadas sobre tu espalda, empiezas a sentir un ligero temblor por parte de Jasón y eso hace que te separes.
- ¿Pasa algo?
- Lo siento, es solo que…soy un poco…olvídalo…
- No tengas miedo. – Unen sus labios por tercera vez, le has dado la confianza para hacerlo. Esta vez Jasón te lleva a recostarte suavemente sobre el sillón, el sobre ti y rodeando su cintura. Comenzó a bajar sus manos y a desabrochar tu pantalón. - ¿Quieres hacerlo? ¿No tienes miedo?
- Ya lo hicimos una vez, ¿recuerdas?
- Yo estaba bajo los efectos del alcohol.
- Pero yo no, y si lo hice fue porque realmente lo deseaba. – volvieron a la pasada posición y a la acción de desnudarse.
Sinceramente no recordabas nada de lo paso aquella noche, solo lo que Jasón había alcanzado a contarte antes de que lo detuvieras. Pero en aquel entonces te sentías mal por él, ahora no. Sientes su confianza, sientes la tuya, y eso te agrada.
- Te amo Frank.
- Te amo…Gerard…
- ¿Gerard? – Provocando que se levantar rápidamente de donde estaba.
- Perdóname, yo…
- Sabía que lo que me decías no era verdad.
- Perdóname, déjame intentarlo…se que contigo puedo hacerlo, lo que siento por ti es muy diferente a lo que un día sentí por el, créeme.
- Frank…
- Confía en mi… - Una vez mas, sentiste esos labios dulces fusionarse con los tuyos.

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