Capitulo 21. Sensaciones.


Cuando estas solo, sientes, cuando estas acompañado sientes, pero que mejor sentir lo que no sientes. Como explicarlo…tomemos de ejemplo al pequeño Jasón, ¿Qué es lo que el siente? Amor, cariño, alegría, todo al estar cerca de su amado Frank, pero…¿Cuándo la otra persona no comparte los mismos sentimientos? Podría ser duro. Sentir sin sentir. Cuando dices te amo lo sientes, ¿pero es real? Cuando tocas, sientes y es real.
Basar relaciones en sexo no es algo muy sano. Cuando no hay sexo, no tiene sentido. La acción de sentir es fácil y placentera en ocasiones. Mucho más, cuando en verdad lo sientes…
- Me alegra estar de vuelta.
- Si, extrañaba mi hogar. Sube a descansar, yo estaré…en el jardín.
- Bien. – Un fugaz beso y obedeció la orden de Frank, ya que eso era, una orden.
Pero Iero no iba al jardín, ¿Cuánto tiempo tenia sin entrar a esa habitación? Ese olor con el que se embriagaba día a día, noche a noche seguía ahí, ni siquiera una mínima parte se había escapado.
¿Acaso solo querían torturarlo? ¿Cómo es que de un momento para otro, sentimientos pasados volvieran a él? Sinceramente no quería eso, no quería lastimar a Jasón.
Pero sentir es algo que no se puede evitar, así matara por tratar de hacerlo.
Se preguntaba porque no le había mostrado esa habitación nunca. Podría ser porque pensaba que se daría cuenta de lo que ahí había pasado, pero después se decía a si mismo que eso era imposible. No quería mostrársela, era como un lugar “secreto” pero todo se arruinaría.
- ¡Frank! ¿En donde estas? - No se podía dejar ver saliendo de ahí, preguntaría y él tendría que hablar.
Pensó en esperar a que saliera al jardín para después salir él. Pero no funciono.
- Frank, ¿Qué haces aquí?
- Nada, solo…nada.
- ¿Que hay ahí dentro?
- Nada…importante.
- ¿Por qué estas tan nervioso?
- No estoy nervioso. ¿Desayunas?
Una vez mas Frank lo había tomado por tonto, se estaba dando cuenta y no se iba a quedar así. ¿Quién creía Frank que era? Un niño, si, pero no por eso iba mentirle.
- Am, si…
- ¿Qué no deberías de estar descansando?
- No es necesario, me siento bien.
- Jack…debes hacerlo.
- Enserio, estoy bien. – Frank se acerco y beso tiernamente sus labios. – Te amo.
- Yo también mi pequeño. – Juntaron sus frentes y se miraron a los ojos, estuvieron unos segundos así, lo suficiente para que Frank se diera cuenta de algo. Algo que le dolió mucho.
Dicen que para darse cuenta de lo que otra persona siente, hay que mirarla directamente a los ojos. Solo hay que saber como hacerlo.
Decir las cosas por decirlas puede ocasionar conflictos, cuando piensas que lo que haces no dañara a nadie o crees que no tomara importancia.
Puedes lastimar a alguien y no importarte cuanto este sufriendo, o cuanto desee asesinarte por dañarlo. Cosas sin importancia, cosas de humanos.
- Tengo que salir a hacer las compras. No hay nada.
- ¿Quieres que vaya contigo?
- No, tu descansa, no me tardo. – Beso su frente y se fue.
Pero no, Jasón no se quedaría así, no era el tipo de personas que se conformaba con una gran y creíble mentira. Cuando se proponía algo lo lograba y este caso, obviamente no seria la excepción.

Entro a la habitación de la que vio salir a Frank en la mañana, era oscura y fría.
La única luz que se colaba era por el enorme ventanal, cubierto por cortinas negras. Había un enorme espejo y mas abajo una pequeña mesa con un florero en el medio y unas cuantas fotografías, por el momento no le había puesto atención a eso, se dedico a mirar con detenimiento el gran objeto que era cubierto por una sabana blanca con adornos color vino, se acerco y quito la sabana. Se sorprendió al ver él piano con el que, pensó, Frank practicaba, ¿Por qué lo tenia tan abandonado? ¿No era esa su más grande pasión? Paso su mano suavemente por las teclas de este, haciendo un leve sonido, después acaricio los garabatos dorados que se dibujaban alrededor.
Se acerco después a la mesa que estaba ahí, tomo cada fotografía mirándola con detenimiento. Frank cuando tenía 16 años, ahí lo decía. Solo una de él, en las demás compartía con alguien, un hermoso chico de cabellos negros y ojos verdes. Abrazos, besos, miradas y caricias se retrataban en ellas. Supo de inmediato de quien se trataba. Una lagrima recorrió su mejilla, pensando que tal vez había sido un tonto por haberse enamorado de Frank; aun lo amaba, aun amaba a ese tal Gerard, pero quiso negarse, engañarse a si mismo y él le creyó, por un momento pensó que podía llagar a amarlo como él lo amaba.
Dejo las fotografías en la misma posición y salio de ahí, no podía seguir dentro, sentía una gran presión al estar en esa habitación. No hablaría, no preguntaría, no reprocharía.
Sabía que esto pasaría, tarde o temprano, pero seria así, no pensó que tan pronto. Hubieran podido darle unos días mas, unas semanas mas, y enamorarlo del todo, aunque al corazón no se le puede forzar. Un intento haría.

Seguir AutorRecomendar Texto Agregar a Favoritos