Decía tener la boca llena de espinas
y de espino,decía,
el alambre que le cercaba el corazón.
Que sus abrazos eran desierto
que sus manos cuna de áridas caricias.
Contaba que a puñaladas mataron su ternura
y dándole sepultura,contaba,
levantó un dique al lagrimal.
Áspera roca se volvieron sus labios
corrosiva su saliva
hizo de sus pechos nido de avispas
y trenza de esparto sus cabellos.
Fueron sus pestañas rieles
donde colgar opacas cortinas
de lija tornó su voz,plomo la sangre
y escarcha su aliento.
Convirtió su casa en celda
su cama en vertedero de escombro y ruina
de día se daba al averno
de noche al rincón.
Llenó sus tripas de alfileres
y dejó que se abrasara su alma al sol
pues decía haber amado
y amada,decía,
jamás se sintió.
El ritmo que me crece en el pecho al leer es la muestra de que tus palabras son grandes.
Unas imágenes simplemente impresionantes y un personaje que quieres al comenzar a leer.
Quedo felizmente maravillada con tus versos
Saludos sinceros