Los mejores no escriben poesía,
se dejan la piel por las letras día a día,
sentenciado sobre esa maravilla,
que encontré en aquella villa.
Ella era miraba a cada hora,
y lo llamaba nada,
yo lo miraba como un erudito,
diciendo que no era nada sino infinito.
Los dos nos queríamos,
nos sentenciamos y dijimos,
nos queremos y nos quisimos,
juntos todo lo dimos,
pero hasta aquí, mas ya no seguimos.
La pena es que todavia te pienso,
y cada vez que recuerdo tus labios me sentenció,
cada vez que recuerdo tus ojos azules me miento,
y digo que gracias a ti estoy en constante seguimiento,
después recuerdo tu pelo rubio e intento,
convencerme de que no eras tan buena como te pienso,
que simplemente eres otro recuerdo de mi baúl eterno,
pero a diferencia tu no arderás en el infierno.
Juro que tu y yo subiremos de la mano al cielo,
y de nuevo al suelo caeremos,
juro escribirte como haría Paulo Coelho,
ya que por ti vivo,
ya que por ti muero,
ya que por ti amo hasta que me hiero,
ya que por ti me enfrentó a duelo,
ya que por ti me congelo como el hielo,
y por ti mataría a cada uno de los 3 mosqueteros.
Me gusta tu intensidad a la hora de escribir.
Un abrazo Juanele.