Escuela que se impone, que moldea, aprieta hasta robar el aliento, se disfraza de herramienta, cuchillo de doble filo.
Escuela que esconde y se esconde, traicionero necesario, más neblina que piedra sólida, más máscara que herramienta.
Fuerza con peso muerto, como intentar mover una montaña dueña de la voluntad de moverse a placer.
Empera y gobierna mentes, un escultor del conocimiento, tamizador de la realidad, ganador de la historia.
Un dictador de cemento y ladrillos, desconfiado demandante, exprimidor de relojes ajenos, arbitrario etiquetador.